Cristo, nuestro abogado.
1 Juan 2.1-6.
Dios es nuestro Creador, Señor, Redentor, Padre y Juez. Él es omnipotente, omnisciente, omnipresente, soberano santo justo y bueno. Nos creó para su gloria, tener comunión y dió la tarea de trabajar y cuidar la tierra para nuestro propio bien, pero con nuestra desobediencia la maldijo.
El Señor observa que somos carne, por lo cual decidió que su Espíritu Santo no iba a contender con nosotros para siempre. Con nuestra maldad llenamos toda la tierra, nuestra tendencia siempre es hacia el mal.
La misericordia de Dios es infinita, pero llega un momento cuando toma decisiones y acciones drásticas, para frenar el robo, homicidio y la destrucción que hacemos con Su creación. Así tenemos eventos significativos como el diluvio que destruyó toda una generación; la destrucción de los habitantes de Sodoma y Gomorra que llegaron a colmar la paciencia del Señor y desbordó su ira sobre ellos.
Pero siempre ha escogido hombres que preserven Su gloria y nombre, que anuncien y enseñen sus mandamientos para nuestra preservación y la de la tierra. Así fue dado el Testimonio que ha quedado escrito, lo que hoy conocemos como la revelación especial de Dios, la Santa Biblia, la palabra escrita de Dios, compuesta por 66 libros, que se dividen en dos Testamentos o Pactos: el Antiguo con 39 libros y el Nuevo con 27 entre libros y epístolas o cartas.
El Antiguo Testamento narra el origen del mundo y la humanidad, la historia del pueblo escogido de Dios, con los pactos, la ley; conducta del pueblo, juicios y castigos; sabiduría, poesía y los profetas. Todo anuncia el advenimiento y obra redentora de Cristo, que significa Mesías, en el que Dios mismo se haría hombre para estar entre su pueblo. El Nuevo Testamento narra el cumplimiento de la promesa de Dios, donde se narra la venida y obra de Cristo en la persona del Jesús, que significa Salvador. Se explica dicho cumplimiento a la luz del Antiguo Pacto y establece uno Nuevo que abarca a todo aquel que cree, sin importar su origen y condición.
Este Sagrado Libro fue escrito para que conozcamos la Persona de Dios, tengamos consolación y esperanza, lo cual llena de Luz nuestro oscuro entendimiento y desemboca en alabanza y adoración a nuestro Creador, Señor, Redentor, Padre y Juez.
Así llegamos a 1 Juan 2.1-6. Jesús es el Cristo, el Dios que se encarnó y da a conocer su amor por el mundo en su crucifixión, muerte, sepultura, resurrección, llevado a los cielos y sentado con Dios en el trono. Él es nuestro abogado, conoce nuestra condición e intercede por nuestra salvación.
"Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal". Proverbios 24:16.
Oremos: Dios Padre santo que estás en los cielos, venimos tristes y humillados reconociendo nuestra condición ante ti y en el nombre de Jesús, te pedimos que no nos dejes caer en la tentación y nos libres del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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