Jesús de Nazaret es el Dios verdadero.

Hebreos 1.1-14. 

       Cristo es el fin, fundamento, cuerpo y verdad de la Ley, que en sí misma no es de virtud para el alma. 

       Dios ha hablado al hombre desde que lo creó y puso en el huerto del Edén, dónde cayó en pecado provocando la ira y maldición de Dios. Desde entonces ha hablado indirectamente por profetas escogidos por él, hoy tenemos la palabra de Dios en forma escrita, sólo la Escritura, la Santa Biblia, libro que revela en especial la voluntad de Dios, ha sido preservado por él, que pasa de letra muerta a vida por iluminación de Dios Espíritu Santo que confirma al hombre que Jesús es el Hijo de Dios.

       Dios Padre habló que Jesús es el Dios Hijo, su Primogénito heredero por quien hizo el universo, el Hijo del Hombre resplandor de su gloria, la misma imagen de su sustancia, que sustenta todo con la palabra de su poder. Dios es uno.

       Jesús fue engendrado, cuando Dios lo introdujo en el mundo ordenó a los ángeles que le adorasen, por cuanto es superior a ellos, se encarnó, tomó la forma del hombre e hizo la propiciación de nuestros pecados por medio de sí mismo. Él sufrió nuestro castigo, fue hecho maldición para que fuésemos bendecidos. No porque lo merecemos, sinó sólo por la gracia de Dios.

      Dios Padre dijo del Hijo: "Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra y los cielos son obra de tus manos.Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán".

      Jesús como Dios Hijo es superior a los ángeles, los hace espíritus, llamas de fuego, los envía para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación. 

      Los judíos consideran a los ángeles como mediadores entre Dios y los hombres, hasta les rendían cierto culto y está creencia afectaba la doctrina cristiana que sólo Cristo Jesús es el único mediador y objeto de culto como Dios verdadero.

      Dios Padre sienta en su trono a Jesucristo el Dios Hijo y pelea contra sus enemigos hasta que los pone como estrado de sus pies. El pecado introdujo lo peor al mundo, pero Cristo lo mejor. No pongamos nuestro corazón en lo que no es lo que creemos que es, y no será lo que es ahora.

      El conocimiento de Cristo es la médula y hueso de todas las Escrituras y del Evangelio. 

      Sólo la fe es agradable a Dios, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Sólo en Jesucristo hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en quien podamos ser salvos.

      Oremos: Dios Padre santo que estás en los cielos, venimos ante ti en el nombre de Jesús, para que abras los ojos y oídos de nuestro entendimiento para caminar contigo el resto de nuestros días. Amén.