Más cerca de ti Señor Jesús queremos vivir.
1 Timoteo 2:1-15.
Los hombres debemos orar en todo tiempo y lugar, levantando manos santas sin ira ni contienda, por todos, en especial por las autoridades para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad, porque en el evangelio no hay diferencia entre los hombres porque Dios nuestro Salvador quiere que todos seamos salvos y conozcamos la verdad para ser gobernados por ella en santidad y justicia.
Nuestro Señor Jesucristo, cómo hombre se dio a sí mismo en rescate por todos, por cuanto todos somos pecadores, Jesús es el camino, la verdad y la vida, es el único mediador entre Dios y los hombres, sin distinción por su posición social, nación, secta o partido político.
La mujer como coheredera de la gracia de la vida, debe cuidar en especial su belleza interior, con ropa decorosa, pudor y modestia, sin vanidad ni adornos lujosos. También deben aprender en silencio, sin usurpar el lugar de su esposo quien debe vivir con su esposa sabiamente, dando honor a ella como a vaso más frágil (1 Pedro 3:7)..
Las mujeres deben invertir su tiempo y dinero en el cuidado de sus hijos y brindar ayuda al pobre y angustiado, permaneciendo en fe, amor y santificación.
Oremos: Dios Padre santo, justo y bueno, venimos ante ti en el nombre de Jesús Señor nuestro, dando gracias por este nuevo día de vida que nos das, pidiendo por todos en especial por las autoridades que has puesto sobre las naciones. Señor quita nuestra rebeldía y ayúdanos a estar sujetos, en especial a ti Jesús que eres la cabeza de la iglesia, a amar a nuestras esposas cómo tú nos amas a nosotros, perdona nuestras faltas y restaura nuestra vida conforme a tú voluntad buena, agradable y perfecta. Amén.
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