TRANSFORMAR LAS CRISIS EN OPORTUNIDADES. 

La vida está acompañada de momentos duros, difíciles, pero bien manejados los podemos transformar en lecciones aprendidas que nos ayudarán a crecer y madurar. 
Dios quiere que crezcamos y avancemos en ser lo establecido en su propósito. Desea nuestra madurez al caminar, en la gestión de: nuestras emociones, toma de decisiones, la vida, las diferentes experiencias, relaciones con los demás y con él. 
Todos cometemos errores y tropezamos, aunque nos duela, aprendamos las lecciones, saquemos fuerzas para levantarnos y seguir adelante. A esto se le llama resiliencia.
En el evangelio según San Juan 16:33, el Señor Jesús advirtió que tendríamos aflicciones pero que debemos confiar siempre en él porque venció al mundo. 
Sin importar lo que estamos viviendo, evitemos caer en el desánimo y estancamiento. 
Hay tres claves para convertir las experiencias difíciles en aprendizaje:
1. Ver la dificultad como un desafío, una posibilidad para desarrollar la fe, las capacidades que Dios nos dio. El Señor animó a Josué para conquistar la tierra prometida, le dijo que tomara fuerzas y valentía, ya que podría enfocar las enormes dificultades o la promesa de victoria prometida, él escogió esta última y cambió la perspectiva de todo su ejército para ganar. 
2. Compromiso con uno mismo para salir adelante. Esto implica disciplina, preparación sin importar los errores, cometidos sólo las lecciones aprendidas. En Proverbios 24:16 se nos dice que 7 veces cae el justo y 7 veces se levanta. Debemos comprometernos con nosotros mismos para salir adelante y vencer todo obstáculo. Hay cosas que están bajo nuestro control pero otras no, esas las debemos dejar a Dios y no amargarnos por lo que no podemos cambiar. 
3. Dirijamos nuestra atención en lo que está bajo nuestro control y podemos manejar. Cuando intentamos cambiar algo, una y otra vez sin éxito, lo debemos dejar en las manos del Señor y no atormentarnos. Expongamos la situación en oración a Dios, descansemos en él, aceptemos su voluntad y sigamos adelante en lo que podemos manejar. Mientras su hijo estaba enfermo, el rey David oraba y ayunaba, pero una vez que murió lo dejó de hacer, guardó el luto y luego siguió con su vida normal porque ya no pudo hacer más.
La vida tiene momentos difíciles pero aún de éstos podemos sacar provecho al aprender las lecciones que nos dejan y convertirlas en oportunidades.
En Josué 1:6-7, el Señor le dijo que debía ser un varón esforzado y valiente, atender siempre la palabra de Dios para prosperar en todo. 

ORACIÓN.
Padre celestial te rogamos que nos ayudes a manejar lo que podemos manejar y dejarte a ti lo que no, pues tú eres nuestro Creador, Señor, Redentor, Padre y Juez, en el nombre de Jesús, amén. 

Extraído del devocional de R.R. Del Castillo del 27 de marzo, 2022.

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